Lo acusan de ser el nexo entre la Banca Privada d’Andorra y los negocios de políticos corruptos con la constructora brasileña Odebrecht
Andrés "Betingo" Sanguinetti. Foto: Captura Teledoce.
Después de haber sido procesado en Andorra por lavado de activos por su participación en la estructura que montó Odebrecht para blanquear los sobornos a decenas de políticos y gobernantes latinoamericanos, parecía que lo peor había pasado para Andrés “Betingo” Sanguinetti.
Sin embargo, desde Colombia llegaron malas noticias. La Justicia pidió su captura internacional y la fiscalía ya cursó a Interpol la notificación de color Azul, que implica la solicitud “para recopilar información adicional sobre la identidad de una persona, ubicación o actividades en relación a un delito”.
La conexión que llevó a la Justicia colombiana a requerir al medio hermano del precandidato colorado Julio María Sanguinetti es Gabriel García Morales, exviceministro de Transporte del gobierno de Álvaro Uribe, quien recibió una coima de 6,5 millones de dólares de Odebrecht a través de la BPA.
Gabriel García Morales, exviceministro del gobierno de Álvaro Uribe.
Quien ordenó ese pago fue José Elías Melo, el expresidente de la empresa financiera Corficolombiana, que se dedica a “la creación, crecimiento, reorganización, fusión y expansión de cualquier tipo de negocio”. Melo fue condenado a 11 años de prisión por colaborar con Odebrecht a pagar los sobornos que le permitieron quedarse con el megaproyecto vial de la Ruta del Sol II.
Según argumentó la Fiscalía, fueron girados casi 10 millones de dólares desde las cuentas de la Concesionaria Ruta del Sol II con destino a cuentas en Andorra y los investigadores creen que Betingo jugó un rol clave en esos pagos ilícitos.
“Todo se hizo a través de una cuenta que se hizo en la Banca de Andorra, se hizo la transacción de la mencionada con la intermediación o contacto en esa entidad bancaria de Andrés Sanguinetti”, dice el expediente judicial, citado por el diario colombiano
El Espectador.
Esa sentencia se conoció el pasado 29 de abril, y fue ese día que los investigadores pusieron la lupa sobre Sanguinetti, quien se encuentra en Montevideo luego de haber acordado con la Justicia de Andorra una cómoda prisión domiciliaria. Esto le permite seguir asistiendo regularmente a los partidos de Peñarol y manejar sus negocios en Uruguay.
En marzo Sanguinetti había sido interrogado por una enviada de la fiscalía especial que investiga el caso “Lava Jato” en Perú por su vinculación con pagos ilícitos al fallecido expresidente Alan García.
Además, su nombre aparece en numerosos testimonios de colaboradores eficaces de la fiscalía brasileña, quienes lo señalan como un “apoyo” de Odebrecht en Uruguay para el trasiego de millonarias sumas de dinero a través de la BPA.
Incluso el abogado Rodrigo Tacla Durán señaló que Betingo fue quien acercó a Odebrecht a la BPA y que, cuando esta fue intervenida por sus negocios ilícitos, Sanguinetti pasó a trabajar directamente en la constructora brasileña, como mano derecha de Marcos Grillo, el director del Departamento de Operaciones Estructuradas, que manejaba el dinero negro del conglomerado empresarial.
Betingo y la “Caja 2”
Entrá acá para ver el video en pantalla completa.
Rodrigo Tacla Durán, uno de los ex abogados de Odebrecht que se convirtió en delator, dijo que el uruguayo Andrés “Betingo” Sanguinetti luego de ser despedido de la Banca Privada d’Andorra (BPA) fue contratado directamente por la constructora brasileña para no dejarlo “sin nada” tras haber colaborado con la compañía en el trasiego de coimas. Además, conocía “muchos secretos”, deslizó.
Sudestada publicó en febrero de 2019 que Tacla Durán hizo esta revelación durante uno de los interrogatorios a los que se sometió en España dentro de la investigación que se realiza en ese país y en Andorra sobre el papel que jugó la BPA en el multimillonario trasiego de sobornos desde Odebrecht a empresarios, políticos y gobernantes de varios países latinoamericanos y africanos.
Según la declaración de Tacla Durán, registrada el 15 de junio de 2017 en un video al que accedió
Sudestada, cuando Betingo se desvinculó definitivamente de la BPA fue contratado por Odebrecht para trabajar en el Departamento de Operaciones Estructuradas, la división creada para el manejo del dinero negro.
Tacla declaró que el uruguayo comenzó entonces a trabajar junto a uno de los principales directivos de la constructora brasileña, Marcos Grillo,
“en la generación de la Caja 2 de Odebrecht”, que era la fuente de todos los sobornos que pagó la constructora en al menos 12 países de América Latina y África.