Henrique Eduardo Lyra Alves ayudó a lavar las coimas de su amigo Eduardo Cunha, quien ya había contratado al bufete uruguayo
Eduardo Cunha y Henrique Lyra Alves, camaradas y cómplices del PMDB en sus tiempos de diputados. Foto: Agencia Brasil.
Fabián Werner / Sudestada / @fwernerv
“Bellfield Investments PTE Ltd” es el nombre de una empresa offshore que fue utilizada por el exministro brasileño de Turismo Henrique Eduardo Lyra Alves, un hombre fuerte del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) del expresidente Michel Temer.
La empresa creada el 30 de junio de 2008 tiene su domicilio en Singapur pero los apoderados son el uruguayo Luis María Piñeyrúa Pittaluga y el argentino Jorge Haiek Reggiardo, funcionarios del estudio Posadas, Posadas & Vecino y directores de decenas de empresas gestionadas desde el escritorio de la calle Mones Roses, en Carrasco.
Tarjeta de firmas autorizadas a administrar los fondos de la cuenta Bellfield en el banco suizo Merril Lynch.
Lyra Alves y su colega y amigo Eduardo Cunha fueron condenados en junio de 2018 por el juez Vallisney De Souza Oliveira, del Tribunal Federal de la Primera Región, en Brasilia, en el marco de una de las derivaciones del caso Lava Jato conocida como “Operación Sepsis”. Ambos ex legisladores del PMDB formaban parte de una asociación delictiva que operaba en perjuicio de la Caixa Ecoómica Federal junto al empresario Lucio Bolonha Funaro, el operador financiero Alexandre Rosa Margotto y el exfuncionario Fábio Ferreira Cleto.
Lyra Alves fue diputado durante 44 años, llegando incluso a ocupar la presidencia de la cámara, hasta que decidió disputar en las urnas la gobernación del estado de Rio Grande do Norte, pero perdió. Entonces fue nombrado ministro por Dilma Rousseff en 2015, cuando la debilitada presidenta izquierdista tenía que asegurarse los votos de su base aliada en el congreso.
En el 2016 Lyra Alves dejó el cargo en medio de la ruptura entre el PT y el PMDB, pero luego volvió al mismo puesto con la asunción de Michel Temer, hasta que tuvo que dimitir rodeado por denuncias vinculadas a diversas causas de corrupción. Y en varias de ellas aparece la asistencia del estudio Posadas, Posadas & Vecino a fin de ocultar el origen ilícito de sus activos.
El conocido “doleiro” uruguayo
El juez Vallisney de Souza Oliveira calificó al empleado del estudio Posadas & Vecino como "doleiro internacional".
La confianza, o incluso la amistad, juegan un rol fundamental en el mundo de la corrupción. Así quedó demostrado en varios expedientes de la megacausa conocida en Brasil como “Lava Jato”, en la que se repiten nombres de condenados por corrupción y también de quienes les asistieron en las maniobras. Y Uruguay está entre los países más aludidos.
En su sentencia de junio de 2018, el juez Vallisney De Souza Oliveira señala como elemento demostrativo de la participación de Lyra Alves en el esquema de corrupción de su colega el hecho de haber recurrido a los servicios del mismo
“operador (estructurador, doleiro internacional) que Cunha, y por sugestión suya, antes de los hechos delictivos”. El aludido “operador” o “doleiro internacional” es Luis María Piñeyrúa Pittaluga, funcionario del estudio Posadas, Posadas & Vecino.
En su sentencia el magistrado detalla que Lyra Alves aceptó la propuesta de Cunha de abrir una empresa y una cuenta para recibir las transferencias de fondos de las coimas que este último recibió de la empresa Carioca Engehnaria. El escrito señala que Lyra Alves no participó en los actos de corrupción precedentes al blanqueo, pero sí
“recibió los valores provenientes de ella en su cuenta abierta en el exterior, incurriendo así en el delito de lavado de dinero” que había sido transferido por Ricardo Pernambuco, dueño de la empresa Carioca.
Lyra Alves y Cunha se conocieron durante la militancia en el PMDB, compartieron durante años la bancada parlamentaria y se turnaron en la presidencia de la Cámara de Diputados, cargo que el primero le cedió al segundo. Mientras tanto, Cunha era el centro de una vasta trama de corrupción, que implicaba cobrar y pagar coimas, pedir y conceder favores, traficar influencias, incidir en decisiones de organismos públicos en su beneficio y el de terceros y lavar dinero. Mucho dinero.
Para introducir esos cuantiosos fondos en el circuito legal el hoy encarcelado dirigente político debió contar con una asistencia experta. Y ciertamente bastante costosa, ya que según pudo comprobar la Justicia brasileña Cunha le pagó al estudio Posadas, Posadas & Vecino más de 750 mil dólares por sus servicios legales, financieros y contables, según consta en los registros a los que tuvo acceso
Sudestada.
Desde la cuenta de la
offshore Orion, que el estudio le abrió a Cunha, el 4 de agosto de 2008 el bufete uruguayo recibió 264 mil dólares, el 8 de junio de 2010 le fueron transferidos 250 mil dólares y al día siguiente otros 250 mil, totalizando 764 mil dólares enviados a a la cuenta No. 060-439429-001 en el banco HSBC de Nueva York.
Comprobante de uno de los depósitos a nombre del estudio Posadas & Vecino con su dirección en Panamá.
Quienes oficiaban como representantes del estudio en todas las maniobras eran el uruguayo Piñeyrúa Pittaluga y el argentino Jorge Haiek Reggiardo, empleados que se encargaban de realizar todos los trámites que fueran necesarios.
Piñeyrúa Pittaluga es un conocido testaferro del Grupo De Posadas en sus actividades financieras en todo el mundo. Y especialmente en Brasil, su “prestigio” es motivo suficiente para que los jueces consideren que las acusaciones de lavado hacia sus clientes son verdaderas.
Así lo deja claro el juez De Souza Oliveira cuando explica que Lyra Alves
“Usó el mismo doleiro de Eduardo Cunha (y de Nestor Cerveró) para la apertura de la cuenta, que era Luis María Piñeyrua Pittaluga, profesional conocido hace años en el mercado internacional de apertura de offshores, de la empresa Posadas y Vecino”.
Según consta en el fallo judicial al que tuvo acceso
Sudestada, el magistrado detalla que Cunha proporcionó al empresario Ricardo Pernambuco los datos de la cuenta de la empresa Bellfield en el banco suizo Merril Lynch, cuyo beneficiario final era Lyra Alves, para cobrar las coimas.
La investigación pudo constatar la existencia de tres transferencias: 352 mil dólares el 4 de octubre de 2011, 372 mil dólares el 18 de noviembre y 180 mil dólares el 7 de diciembre del mismo año.
“La maniobra para dificultar el origen y el camino del dinero consistió en que el dinero navegara, inicialmente, por la cuenta de la offshore Kindai, hasta llegar a su desconocido destino en la cuenta de Bellfield”, ambas en el banco suizo Merril Lynch, en el que Ignacio de Posadas había sido director. En esta última cuenta, el beneficiario final era Lyra Alves, quien según el juez
“sin sombra de dudas, practicó el insidioso lavado de capitales”.
La encargada de abrir las empresas y las cuentas bancarias en Singapur, una guarida fiscal del continente asiático, es "PVCI New Zealand Trust Limited", la sucursal del estudio Posadas, Posadas & Vecino en Nueva Zelanda. Esta empresa fue abierta en julio de 2008 y figura como propietaria Posadas & Vecino Consultores Internacionales, la oficina panameña del "Grupo De Posadas". Tanto en Nueva Zelanda como en Panamá, los testaferros Piñeyrúa y Haiek aparecen como administradores, según información oficial a la que accedió
Sudestada.
¿Quién lavaba el dinero?
La correspondencia del banco Merryl Lynch a nombre de Bellfield llegaba a la oficina del estudio Posadas & Vecino en Ginebra.
La defensa de Lyra Alves intentó eximir de culpa a su defendido atribuyéndole al estudio de abogados uruguayo la responsabilidad por el uso “indebido” de la cuenta sin la autorización del cliente.
En el escrito del abogado Marcelo Leal, se argumenta que la cuenta en un banco suizo a nombre de la empresa Bellfield fue una sugerencia del estudio Posadas, Posadas & Vecino y que fueron sus empleados (Piñeyrúa y Reggiardo) quienes tuvieron siempre el manejo exclusivo de la cuenta y a quienes se les extendió un poder para ello.
En la documentación del banco aparecen los nombres de ambos y la dirección de la sucursal suiza del estudio, en el número 11 de la calle General Dufour, en Ginebra.
Para fundamentar esta tesis, el abogado Leal alude a correspondencia electrónica existente en febrero de 2015 entre miembros del estudio donde se consultan quiénes son las personas que tienen las firmas necesarias para mover el dinero de la cuenta a nombre de Bellfield en el banco Merryl Lynch, que para entonces ya había pasado a llamarse Julius Baer.
Una vez respondida esa pregunta, se ordenó la transferencia de fondos desde esa cuenta en Suiza a la del estudio Posadas & Vecino Consultores Int. en el Citi Bank de New York, número 00995 1699698.
Transferencia realizada desde la cuenta de Bellfield al estudio Posadas & Vecino, con la firma de su empleado Piñeyrúa Pittaluga.
El hecho de que posteriormente hubiera transferencias desde la cuenta de Bellfield a las cuentas del estudio uruguayo con la autorización de sus propios empleados refuerzan el argumento del abogado Leal de que esa caja bancaria no era de Lyra Alves.
Sin embargo, el magistrado no compartió ese criterio ya que resultó probado que quien le proporcionó los datos de la cuenta a Cunha para que depositara el producto de sus actos ilegales fue el propio Lyra Alves, por lo que finalmente lo condenó por el lavado de los activos producto de la corrupción en Petrobras, gracias a la asistencia del estudio Posadas, Posadas & Vecino .