En el Día Internacional para poner fin a la impunidad de los crímenes contra periodistas se conocieron nuevas cifras sobre las amenazas a la libertad de expresión en el mundo.
Hoy se conmemora en todo el mundo, por decisión de la Asamblea General de las Naciones Unidas, el Día Internacional para poner fin a la impunidad de los crímenes contra periodistas. En la última década más de 700 periodistas han sido asesinados por ejercer su profesión y llevar la información al público: es decir una muerte por semana de media.
Tan sólo en 2014 se registró en todo el mundo de manera oficial el asesinato de 87 periodistas, productores y trabajadores en medios y redes sociales de interés público. En 2012, el año con más muertes de la última década, 123 periodistas fueron asesinados en ejercicio de la profesión.
En nueve de cada diez casos los autores del crimen no son castigados, según datos publicados por UNESCO, la Oficina de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
“Esta impunidad lleva a más asesinatos y es con frecuencia un síntoma del empeoramiento de un conflicto y del derrumbe del sistema judicial”, según el organismo de la ONU.
“La impunidad daña a la sociedad en su conjunto al encubrir unos abusos graves de los derechos humanos, a la corrupción y el crimen. Pedimos a los gobiernos, la sociedad civil, los medios y a todas las personas implicadas en la defensa del estado de derecho que se unan a los esfuerzos a nivel mundial para la poner fin a la impunidad”, exhortó la UNESCO.
Un muerto cada 14 días
Por su parte la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión (RELE) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos realizó un llamado a terminar con la impunidad en los crímenes contra periodistas.
“A la luz de la magnitud de la violencia cometida contra periodistas y trabajadoras y trabajadores de los medios de comunicación en los últimos años” la convocó a los Estados del hemisferio
“para que elaboren un enfoque estratégico y armonizado sobre esta cuestión y terminar con la impunidad que persiste en la mayor parte de estos crímenes”.
Desde 2010 a la fecha, 150 periodistas y trabajadores de medios de comunicación fueron asesinados en el continente americano, presuntamente por motivos vinculados al ejercicio de la libertad de expresión. “Esto significa que cada 14 días un periodista es asesinado en América”, resumió.
La Relatoría alertó sobre el alto nivel de impunidad que existe respecto a estos crímenes en la región.
“Muy pocos de los autores intelectuales de estos crímenes recibieron algún tipo de condena y buena parte de las investigaciones avanzan muy lentamente o muestran graves deficiencias que han impedido avanzar sobre las hipótesis vinculadas al ejercicio profesional. Para prevenir que los hechos de violencia que han sufrido comunicadores de todo el continente no se repitan y perpetúen, es indispensable que se investigue, juzgue y condene a todos los autores, tanto materiales como intelectuales”, señaló la RELE.
En el contexto regional, uno de cada tres de los asesinatos documentados por la Relatoría ocurrió en México (55 en total), y casi uno de cada cinco sucedió en Honduras (28 en total). Brasil, con 25 asesinatos de periodistas y comunicadores, ocupa el tercer lugar en la lista de casos ocurridos de 2010 a la fecha, reseñó la Relatoría.
Colombia (11), Guatemala (9), Perú (6) y Paraguay (4) también son países donde este fenómeno es un problema real en el período estudiado. En la década previa este tipo de violencia también se encontraba en estos niveles, aunque variaba la magnitud según los países, y también eran deplorables las tasas de impunidad, por lo que no se trata de un fenómeno nuevo.
El círculo vicioso de la impunidad
La Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó una
resolución en su 68ª sesión del 18 de diciembre de 2013, proclamando el 2 de noviembre como el “Día Internacional para poner fin a la impunidad de los crímenes contra periodistas” mediante la adopción de medidas para luchar contra la cultura de impunidad. La fecha fue elegida en conmemoración del asesinato de dos periodistas franceses en Malí el 2 de noviembre de 2013.
La resolución condena
“el conjunto de ataques y actos de violencia cometidos contra los periodistas y trabajadores de los medios de comunicación” y convoca a los Estados Miembros a hacer todo lo posible para prevenir este tipo de violencia a fin de garantizar que los autores de estos crímenes sean juzgados y las víctimas sean defendidas.
“La impunidad envalentona a los criminales y al mismo tiempo tiene un efecto aterrador sobre toda la sociedad, en particular, sobre los propios periodistas. La impunidad conduce a más violencia, y se establece así un círculo vicioso”, sostiene la UNESCO.
La situación uruguaya
Si bien Uruguay hasta el momento no ha sufrido casos de asesinatos de periodistas por ejercer la profesión sí se han registrado casos de amenazas a este derecho en los últimos meses.
Según un
informe publicado por el Centro de Archivos y Acceso a la Información Pública y la Asociación de la Prensa Uruguaya desde marzo de 2014 se produjeron 51 episodios de amenazas a la libertad de expresión en el país.
“El número de casos de amenazas a la Libertad de Expresión de periodistas siguió aumentando en la segunda parte del año y llegó a 26 episodios en lo que va del año 2015” informaron las organizaciones al actualizar el estudio, que cuenta con el apoyo de la red de Intercambio para la Libertad de Expresión (IFEX).
“Si se analizan los 51 casos registrados desde el inicio del monitoreo de amenazas a la libertad de expresión, la categoría que registra más episodios es el hostigamiento a través de la Justicia (12), luego las amenazas (11), y en tercer lugar la obstrucción del trabajo periodístico (7). Montevideo sigue siendo el lugar del país donde se registra la mayoría de los casos (22) mientras que Soriano es el departamento del interior donde se producen más episodios (7), seguido de Colonia (6) y Rocha (4)”, informó CAinfo.
La impunidad paraguaya
Si bien en América existen casos significativos por su gravedad como los de México, Colombia, Honduras o Guatemala, hay otro país de la región que también se ha visto impactado por la violencia y la impunidad de los crímenes contra periodistas.
En Paraguay, desde 1991 se han asesinado 17 periodistas por el ejercicio de su oficio en Paraguay, y el 40% de esos homicidios ocurrió en los últimos 2 años y medio. Todos los crímenes contra periodistas se encuentran en completa impunidad, y sus investigaciones judiciales están incompletas y desactualizadas, denunció en un
informe la red de Intercambio Internacional para la Libertad de Expresión (IFEX, por sus siglas en inglés).
"Además de los asesinatos, en Paraguay se han incrementado las amenazas y agresiones contra periodistas, especialmente por denunciar el narcotráfico y sus vínculos con políticos y policías locales. Según el informe oficial para la investigación del asesinato del periodista Pablo Medina y de su asistente Antonia Almada, ocurridos en octubre de 2014, el 70% de la Policía Nacional estaría infiltrada por el crimen organizado", reveló IFEX.
Según dicho documento,
"sumado a la delicada situación de seguridad y la falta de justicia por crímenes contra la libertad de expresión, también se deben resaltar los obstáculos legales contra las radios comunitarias, limitando de manera desproporcionada su funcionamiento, y siendo objeto de persecución policial y decomiso de equipos. Además, inquieta la creciente concentración de medios, en especial por la compra de varios medios de comunicación por parte de la familia del presidente de la República, Horacio Cartes".