El jefe militar fue removido por Vázquez debido a “serios cuestionamientos” a la Justicia. Su remoción había sido pedida en 2017 por Familiares de Desaparecidos
General Guido Manini Ríos. Foto: Ministerio de Defensa.
“El Presidente de la República, dispuso en el día de hoy el cese del Comandante en Jefe del Ejército, General de Ejército Guido Manini Ríos, quien al elevar el contenido de fallos del Tribunal Especial de Honor en referencia a militares sometidos a los mismos, efectuó graves cuestionamientos al Poder Judicial”. Así comienza el comunicado que poco después del mediodía publicó la Presidencia de la República en su página web.
El anuncio reseña, además, algunas de las argumentaciones de Manini contenidas en el expediente donde se sustanció el Tribunal de Honor al que fue sometido el exmilitar Luis Antonio Maurente, acusado de varios delitos de lesa humanidad y actualmente procesado.
En la vista del expediente Manini deslizó varios cuestionamientos al proceder de la Justicia.
“La Justicia Uruguaya en muchas oportunidades se apartó de los más elementales principios del Derecho, no dando garantías a los acusados. En definitiva, aplicó una suerte de Derecho para el enemigo”, sostuvo el excomandante.
Además, agregó que
“el militar que es citado como indagado por la Justicia, muchas veces es considerado culpable aún antes de ser juzgado, no tiene las garantías del debido proceso, y es condenado en base a conjeturas o convicciones inadmisibles, sin pruebas fehacientes, y en muchos casos fraguadas o inventadas”.
Según la teoría del depuesto comandante,
“la Justicia en muchos casos no ha actuado de acuerdo a los principios elementales del Derecho y que no ha habido juicios imparciales cuando los acusados fueron militares” y añadió que
“muchos de los imputados han sido condenados sin pruebas y sin las garantías del debido proceso”.
Según el comunicado de la Presidencia,
“en un Estado de Derecho, con un sistema republicano democrático de gobierno en el que hay, por tanto, separación de poderes, el respeto a las decisiones de la Justicia Penal por parte del Poder Ejecutivo y de sus integrantes, debe ser una premisa fundamental”.
En función de dicha premisa,
“la actitud asumida por el Sr. Comandante en Jefe del Ejército, de cuestionar al Poder Judicial como lo ha hecho, resulta absolutamente incompatible con el cargo en que venía desempeñándose”, concluye el texto.
Los vaivenes de Guido
Tabaré Vázquez y Guido Manini en el Día del Ejército. Foto: Ministerio de Defensa.
Designado en 2015, a principios del segundo gobierno de Tabaré Vázquez, Guido Manini Ríos era el sexto comandante en Jefe del Ejército de la era frenteamplista, luego de Juan Villagrán (2014-2015), Pedro Aguerre (2011-2014), Jorge Rosales (2006-2011), Carlos Díaz (2006-2006) y Ángel Bertolotti (2005-2006).
Desde el principio la relación con el gobierno fue tensa, especialmente conflictiva con algunos sectores del Frente Amplio y con la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, que en varias ocasiones protestó por sus declaraciones alusivas a la dictadura y reclamó su remoción.
Manini registraba ya una sanción grave por parte del Poder Ejecutivo, algo que no había sucedido con ninguno de los comandantes anteriores.
En setiembre de 2018 fue sometido a arresto a rigor por 30 días luego de considerar que había violado el Reglamento Nacional de Servicios 21, según explicó el presidente Vázquez. Manini había hecho graves cuestionamientos al proyecto de ley de Reforma del Servicio de Jubilaciones y Pensiones Militares, que estaba en discusión en el parlamento.
“Se tuvo en cuenta el artículo 77 de la Constitución de la República, que en su numeral cuarto no permite, ni al presidente de la República ni a los militares, ejercer ningún tipo de actividad política, salvo el voto”,
dijo el presidente el presidente Vázquez. En este sentido, afirmó que
“comentar por parte del comandante en jefe un proyecto de ley que está en discusión en el Parlamento es una actividad política”.
Interrogado sobre la confianza del gobierno hacia su jefe del Ejército, el mandatario confirmó su respaldo:
“no hay ningún tipo de pérdida de confianza en la lealtad institucional del señor comandante en jefe del Ejército, demostrada en más de una oportunidad, y tampoco está en juego la buena fe con la que actúa”.
Por el mismo tema Manini ya había sido sancionado administrativamente en 2017, porque en su discurso por el Día del Ejército, el 18 de mayo, también había hecho referencia en términos críticos a la reforma de la Caja Militar.
“Las medidas administrativas y disciplinarias que toma este ministro las toma en el marco de la reserva que corresponde a preservar el derecho de todo funcionario público a tenerla. Esto no implica pérdida de confianza en altas jerarquías que tienen un componente político en el mandato que le dan el Poder Ejecutivo y el Parlamento, sino en reorientación de procedimientos”, afirmó Menéndez en aquel momento, confirmando la medida disciplinaria.
Aquel año Manini también soportó un pedido de remoción por parte de la Asociación de Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos, que lo responsabilizó por aportar información falsa al Grupo de Trabajo por Verdad y Justica que formó el gobierno para avanzar en la búsqueda de las víctimas de la dictadura.
“Lamentablemente una vez más, la misma burla. Lo informado por el comandante resultó falso. Se excavó donde indicó y no hubo hallazgo”, aseguró Madres y Familiares en un comunicado emitido a finales de noviembre.
“La mentira oficial llevada adelante por el Comandante en Jefe es una bofetada a la institucionalidad y a los grandes esfuerzos que se hacen en procura de una mejor convivencia”, señaló la organización, que exigió
“la remoción inmediata” de Manini Ríos, lo cual en aquel momento no se produjo.
Polémicos trinos
La actividad en las redes sociales del jefe castrense también generó dolores de cabeza en el oficialismo, sobre todo por algunos pronunciamientos que lo acercaron a figuras identificadas con la dictadura, como Artigas Álvarez, el hermano del exdictador Gregorio Álvarez.
Hubo otros tweets que también generaron reacciones de rechazo, y que pudieron tener una doble interpretación.
Manini cerró el año 2018 con una nueva polémica, esta vez por criticar en su saludo de fin de año a unos innominados “mercaderes del odio”.
Pero el inicio de 2019 tampoco estuvo ayuno de malestares con el jerarca castrense, ya que al participar de la asunción de su nuevo colega del Ejército brasileño Edson Pujol, se dejó fotografiar junto al presidente Jair Bolsonaro.
En este contexto convulsionado, un día antes de la reunión con Vázquez que estaba pedida desde el mes de febrero, Manini resolvió admitir que está pensando en iniciar una carrera política durante una entrevista en el programa Todo Pasa de Océano FM.
Aseguró que esa opción la tomará en caso de que ese fuera el
"único camino" para
"cambiar o hacer justicia en algunas disposiciones o algunas leyes que se han votado o se vayan a votar en el futuro que afectan negativamente al Ejército".
"No voy a renunciar a recorrer ningún camino, es una carta que yo no descarto", dijo Manini, pero no aclaró si dichos cambios en las leyes que vota el parlamento los intentará realizar desde allí o desde el Poder Ejecutivo.
Señalero a la derecha
Vázquez y Manini ya no compartirán el mismo sendero. Foto: Ministerio de Defensa.
Manini es nieto de Pedro Manini Ríos, ministro del Interior de José Batlle y Ordóñez (entre otros cargos de gobierno).
Es sobrino de Carlos Manini Ríos, quien ocupó cargos ministeriales durante las presidencias de Oscar Gestido y Jorge Pacheco Areco, y luego fue designado por Juan María Bordaberry como embajador en Brasil en 1971, cargo que ocupó hasta 1977.
Si su estirpe lo vincula al Partido Colorado, su familia política lo relaciona al Partido Nacional, ya que su esposa Irene Moreira es edila de Artigas por la lista 404 de Luis Lacalle Pou.
Sin embargo, su nombre se maneja como eventual líder de una nueva agrupación política que llevará el nombre de Partido Cabildo Abierto, y que fue
presentado en la Corte Electoral el pasado 10 de enero.
El organismo admitió su creación, aunque le impidió utilizar como lema el nombre original, Movimiento Social Artiguista, ya que se prohíbe la alusión de cualquier partido al nombre de José Artigas.
El partido, que promueve la postulación presidencial de Manini Ríos (quien está impedido legalmente de postularse en las próximas elecciones de octubre), está encabezado por Guillermo Domenech, su vicepresidenta es Araceli Desiderio, su secretario es Marcos Methol y su tesorero es Guillermo Silva. La sede del partido fue fijada en la calle Bonpland 530, apartamento 102, en el barrio de Pocitos, en Montevideo.