Tiempo estimado de lectura:
05/06/2019

La polémica por los tributos ambientales y las bolsas plásticas

Mientras el gobierno defiende esta nueva “herramienta”, la experiencia con el cobro de las bolsas generó un antecedente positivo

Director Nacional de Medio Ambiente, Alejandro Nario. Foto: Presidencia. 

Valentina Caredio / Sudestada / @valecaredio

El director Nacional de Medio Ambiente, Alejandro Nario, manifestó que el tributo ambiental incluido en el proyecto de ley de Gestión Integral de Residuos generó una gran discusión porque “Uruguay no tenía mucha experiencia en esas herramientas, lo veía como un impuesto recaudador más, pero nosotros lo defendimos fuertemente. Nos parece que es un herramienta económica que hay que utilizar para estimular y poder financiar algunas cosas”.

El funcionario también destacó que junto al Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) se resolvió gravar con el IMESI “aquellos productos que tengan envase de un solo uso y eso va a permitir financiar la recolección selectiva, la clasificación de materiales”, además de generar fondos para financiar proyectos a nivel nacional y departamental.

Actores vinculados al reciclaje entienden que es necesario un cambio en el país. No obstante, no todos consideran que una ley sea el camino, ni tampoco una reglamentación centrada en los impuestos.

Federico Baraibar, presidente del Compromiso Empresarial para el Reciclaje (CEMPRE) dijo a Sudestada que “es fundamental que en el país nos demos un marco serio para encarar de manera certera la gestión de residuos. Pero creo que el marco no es una ley, sino un plan estratégico, entre los cuales debería haber instrumentos legales”.

Desde CEMPRE prestaron especial atención al artículo 43 del proyecto, vinculado al financiamiento, donde se establece el IMESI a los productos envasados. “Los cuestionamientos que hemos planteado son de orden técnico. Un impuesto es una muy mala herramienta para estimular mejoras en el ecodiseño de envases. Aplicar un impuesto al 10, 15 o 20 por ciento del total de residuos domésticos para financiar la gestión del total es un desbalance que tampoco estimula la reducción o el trabajo sobre el restante 80 a 90 por ciento de residuos no alcanzados por el impuesto”.

Tassani, quien además integra la comisión directiva de la Asociación Uruguaya de Industria del Plástico (AUIP), tampoco está de acuerdo integralmente con el proyecto de ley: “Entiendo que el enfoque no es una ley de residuos o de medioambiente. Es una ley que va a generar un fondo para gestionar los residuos, pero que no tiene en cuenta la reciclabilidad de los residuos. Me parece muy bien castigar a los residuos que sean más difíciles de reciclar, pero si yo genero un producto que termina generando un residuo que es totalmente reciclable y que yo me hago cargo, ¿por qué tengo que pagar por algo que ya estoy haciendo?”

Según Tassani, “no es exactamente una ley que se enfoque en una preocupación hacia el medioambiente, sino que atiende una problemática que hoy tiene el Uruguay y que con esto va a tener fondos para mejorar su gestión de residuos urbanos”.

Gea considera, por un lado, que es positivo que se cambie el fideicomiso establecido en la Ley de Gestión de Envases manejado por la Cámara de Industrias. Pero, por otro lado, hubo un cambio que desde la Ucrus consideran negativo: participaron en la discusión durante la elaboración del proyecto de ley y estaban de acuerdo con un IMESI que “fuera destinado exclusivamente a la recuperación de esos residuos”. Para Gea eso cambió y el dinero iría directamente a rentas generales y se crearía un fondo.

Bolsas y envases, éxito y fracaso


Los supermercados se adelantaron al inicio del cobro de las bolsas y la medida redujo su uso en un 80 por ciento 

La Ley 19.655, conocida como “Ley de Bolsas Plásticas” y la Ley 17.849, conocida como “Ley de Gestión de Envases” forman parte de un proyecto más amplio.

Desde que se comenzaron a vender las bolsas plásticas se redujo en un 80 por ciento su uso, según datos de la Dinama. Y según Nario la efectividad radica en el trabajo previo de comunicación, pero que se plasmó solo cuando se creó una política pública y “la sociedad respondió rápidamente”.

Contrariamente, el Plan de Gestión de Envases (PGE) no fue tan efectivo. De acuerdo al director de CEMPRE “en un día llega casi la misma cantidad de envases que se reciclan en un año. Se recicla un 1 por ciento de los envases, pero este plan representa tan solo la centésima parte de los residuos domiciliarios.

En 2017, con el PGE, se recuperaron 2.758 toneladas de envases (27 por ciento más que en 2016), de las 75 mil toneladas de envases declaradas.

Para Nario el PGE “en su momento cumplió un rol, pero claramente llegó a un techo. Hoy en día está solo en unos pocos departamentos y el sistema de responsabilidad extendida no ha tenido una extensión y una efectividad que permitiera despegarse”.

Aliados de Sudestada