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26/07/2015

“Nuestros gobernantes dicen que somos necios”

Hilda Hernández Rivera, es una mujer joven de mirada clara y hablar sereno a pesar de la rabia y el dolor por la desaparición de su hijo Cesar Manuel González Hernández.
La desesperación que la llevo junto a su marido a vender dos terrenos pequeños que poseían en Tlaxcala y mudarse a una pequeña habitación de la escuela normal de Ayotzinapa para emprender la búsqueda de Cesar no le ha borrado la sonrisa ni le ha quitado las fuerzas a sus brazos que dan abrazos fuertes para recibir energía ajena y continuar el camino. Solo le brotan las lágrimas cuando recuerda que su hijo, que en marzo cumplió 20 años, era muy alegre y querido en su pueblo, que no le entraba la felicidad en el cuerpo cuando logró ingresar a la carrera de magisterio.

¿Cómo ha sido la vida desde el 26 de setiembre de 2014?

Desde que llegamos a Ayotzinapa ha sido un caminar muy duro. Primero buscamos por todas partes, mi marido y otros padres hasta revisaron las dependencias policiales y no encontraron nada. Pasaron los días e hicimos la primera marcha para exigirle respuestas al gobernador Ángel Aguirre Rivero, el tenía que darlas porque es quien mandaba a José Luis Abarcas (presidente municipal) que fue el que dio la orden.

El hostigamiento policial y militar es permanente. Cuando nosotros vamos a hablar con el gobernador, con el presidente o el procurador general lo único que hacen es decir con prepotencia que van a ver que hacen pero que no prometen nada. Poco antes de iniciar la caravana tuvimos una reunión con ellos en la que se comprometieron a entregar a nuestros abogados y a los expertos independientes de la Comisión Interamericana todos los expedientes pero aún no lo han hecho.

Los gobernantes han intentado comprar padres con dinero para que dejen de reclamar. A través de personas que en principio se metían entre nosotros, como apoyándonos, y en un momento dijeron que había un punto donde estaban nuestros hijos y 10 o 12 compañeros fueron con ellos; allí estaban las personas que ya habíamos identificado como cercanas al gobernador interino, Rogelio Ortega, y que les dijeron que aceptaran el dinero, que les servía. También les ofrecieron casas, coches, becas para los demás hijos, para que se aplacaran. Pero los compañeros no aceptaron.

Desde los primeros días hasta ahora es muy difícil. Día con día solo estamos piense y piense donde estará, como estará, rumores que llegan que si se los llevaron los delincuentes, que si los tiene la policía, que los tiene el ejército. Son muchas cosas y sientes tu cabeza enorme, pesada de tanta cosa. Nuestros gobernantes dicen que somos necios, que ya lo superemos, pero no podemos, no hay ni una prueba científica que nos demuestre que no están vivos.

Su esposo, Mario, ha dicho que les robaron cuatro veces a su hijo...

Así es. Una fue la de los 28 cuerpos decapitados que aparecieron en fosas cerca de Iguala. Otra fue la del Río San Juan donde aparecieron bolsas con restos quemados que no pudieron ser identificados. La otra fue unas fosas clandestinas donde encontraron ocho o diez cuerpos. Y la última fue cuando encontraron restos incinerados en un basurero y dijeron que no había ninguna evidencia pero que eran los chicos.

Fue donde encontraron el resto identificado como de Alexander Mora.

Si. Fueron un molar y un pequeño hueso de parte de un dedo. El equipo de antropología forense de Argentina nos dijo que llevaron esas muestras a Austria y que el análisis dio que pertenecían a Alexander, pero que eso no quería decir nada debido al tipo de piezas que eran y que no se encontró nada más, salvo huesos de vaca, de pollo y una dentadura postiza de una persona adulta. Además de que a ellos no se les permitió recoger las muestras sino que ese hallazgo proviene de una bolsa con restos que les fue entregada por la Procuraduría General. Por eso nosotros creemos que es posible que este muchacho esté vivo, que quizás lo torturaron para quitarle esas piezas y ponerlas allí para que nosotros creyéramos que están muertos.

Nuestros gobernantes también perdieron nuestras muestras de sangre, ¿cómo es posible que pierdan algo tan importante? Les dimos tres muestras de sangre y luego dijimos ya no más. ¿A qué están jugando? ¿Cómo pueden cometer semejante tontería?

¿Tiene esperanza de que en algún momento el gobierno responda positivamente a los pedidos de los expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y reúna los expedientes o permita ingresar al cuartel 27 de Iguala?

Lamentablemente nuestro gobierno es tan cínico que no lo va a hacer. No va a colaborar con las personas que nos vienen a ayudar. Desde hace muchos años los implicados siempre son los militares, entonces a ellos no les convienen tampoco dar la información. Pienso que no hay que despreciar ninguna de las puertas que se puedan abrir. Hay que luchar hasta donde se pueda. Si tenemos que ir a la Corte Interamericana lo haremos. Si no sirve, pues no sirve, pero no dejaremos nada sin intentar. Seguiremos buscando e intentando hasta que algo suceda en verdad.

En octubre de 2014 el gobierno uruguayo expresó su pesar por lo ocurrido en Ayotzinapa y pidió al gobierno mexicano que tomará acciones al respecto. ¿Qué más cree que puede hacer?

Pienso que con la diplomacia que tienen los gobernantes si el gobierno de ustedes tiene la posibilidad de manifestar que el problema todavía está ahí y exigirle a Peña Nieto que entregue a los chicos, investigue o trabaje nada más sería bueno que lo hiciera. Nosotros, como personas que ya nos dimos cuenta como es nuestro gobierno, pensamos que personas de otros gobiernos tal vez no nos hagan mucho caso, pero sabemos que el hecho de que nosotros andemos difundiendo y que mucha gente esté conociendo la verdad de lo que está pasando si es una presión que siente el presidente mexicano. Por ejemplo, cuando fuimos a la embajada, nosotros no esperábamos que salieran, porque así es en México.

Según varias organizaciones civiles, en su país hay más de 30 mil desaparecidos, más de 400 solo en Guerrero. ¿Por qué 43 han logrado despertar la indignación que los mexicanos ya no mostraban?

Desgraciadamente esto fue lo que derramó el vaso; no, lo rompió. Estaba todo tan saturado, desaparece tanta gente en tantos estados de nuestro México y el gobierno siempre se dedicó a buscar muertos, pero se topó con nosotros que no nos quedamos callados. Y esto que ocurrió con nosotros sirvió para que otras personas con familiares desaparecidos recomenzaran a buscar. Eran gente que la tenían asustada, que todavía la tienen asustada, que no alzaba su voz porque temían que le desaparecieran más gente, pero ahora se han envalentonado. Había gente que ya no iba a intentar reconocer a sus familiares cuando encontraban fosas, y ahora lo están haciendo. Si esto que nos ocurrió a nosotros sirve para todos los demás que vienen sufriendo, pues ¡adelante!

Ustedes, como otras organizaciones, denuncian que el crimen organizado está entrelazado con el gobierno mexicano; ¿considera que es posible sanear el sistema político de su país?

Yo pienso que si puede haber gobernantes bien. Ahí están los compañeros zapatistas, que son autónomos. Ellos nos demostraron que se puede cambiar sin tomar las armas. Hay mucha gente en México que quiere ayudar al pueblo, sobre todo los de abajo, yo creo que si nos organizamos podemos vivir bien.
Aliados de Sudestada