Ministerio Público le adjudica “homicidio especialmente agravado” de Iván Morales Generalli, cometido en 1974. El indagado dio refugio en 2006 al escapado represor Gilberto Vázquez
Walter Pernas/ Sudestada /
@PernasWalter
Morales Generalli era dirigente de la Federación Anarquista del Uruguay - Organización Popular Revolucionaria 33 (OPR 33), tenía 25 años, y fue detenido el 21 de noviembre de 1974
“en el domicilio de su compañera, en el complejo habitacional de Malvín Norte, Calle 126, Nº 2076, Apto. 201”, aproximadamente a las 17:00 horas.
El militante
“se encontraba viviendo en Buenos Aires desde mediados de1973, luego de la decisión de la FAU de replegarse a dicha ciudad. El 20 de noviembre viaja hacia Montevideo y los servicios de inteligencia toman conocimiento de que al otro día se dirigiría a la casa de su compañera, por lo que, a partir del mediodía, se monta un operativo comandado por OCOA (Organismo Coordinador de Operaciones Antisubversivas), con apoyo de los Departamentos 4 y 5 de la Dirección Nacional de Información e Inteligencia (DNII)”, describe la “Investigación histórica sobre la Dictadura y el Terrorismo de Estado en el Uruguay (1973-1985)”.
Tras la detención lo llevan a la Dirección de Inteligencia policial de la calle Maldonado, por
“30 minutos”, y luego al Regimiento de Caballería Nº 6, donde fue interrogado y murió:
“aproximadamente a las 20:30 del mismo día, se le informó al juez militar de Instrucción de 4º turno su fallecimiento”, recuerda en su dictamen la fiscal Ana María Tellechea.
A partir de ese momento –y al entender de la Fiscalía– se monta un plan de encubrimiento de las verdaderas causas de la muerte, que involucra una autopsia falsa y un también apócrifo estudio del cadáver firmado por el jefe del Servicio de Anatomía Patológica del Hospital de las Fuerzas Armadas, José Mautone, que caratuló en principio el caso como “
suicidio”.
“
Se concluye como probable causa de muerte ‘un estado tóxico’ y se señala que se complementará con un estudio histopatológico en hígado, pulmón, riñón, bazo, pared gástrica, corazón, sistema nervioso”, subraya la Fiscalía basándose en el expediente de la justicia militar en el que figura como causa de muerte: “Intoxicado (probable)”.
Uno de los estudios posteriores
“enseñó una embolización grasosa, que atasca los finos capilares sanguíneos” y que según Mautone fue la responsable de la
“muerte brusca” del joven detenido. Así, el expediente militar se clausuró.
El memorándum de los hechos fue redactado por el entonces capitán Lawrie Rodríguez Freire, que cumplía funciones de S2 (Inteligencia) en el Regimiento de Caballería Nº 6.
Ese escrito entregado a la justicia militar sostiene que se detuvo a Morales Generalli
“el día 21 de noviembre de 1974, aproximadamente a la hora 1700, quien fue conducido a la Unidad”.
“Iniciado el interrogatorio aproximadamente a la hora 1730, continuando hasta aproximadamente la hora 1845, momento en que los Señores Oficiales interrogadores, dejaron de interrogarlo e iniciaron el procesamiento de la información obtenida”, relató.
El militar sumariante sostuvo luego que
“aproximadamente a la hora 1900, los señores oficiales interrogadores mayor Manuel J. Cordero y capitán Gustavo A. Taramasco, pertenecientes al Órgano Coordinador de Operaciones Antisubversivas (OCOA), proceden a reiniciar el interrogatorio, constatando que el sedicioso de referencia se encontraba sin conocimiento y aparentemente muerto, ante lo cual fue llamado de inmediato el enfermero de servicio de la Unidad, soldado de 1era. Duval Silvera, quien luego de examinarlo corroboró los síntomas de su deceso”.
“Inmediatamente fue trasladado al Hospital Central de las Fuerzas Armadas, donde se comprobó su muerte”, acota Lawrie Rodríguez, que al final de su informe sostiene que Morales Generalli había sido responsable de la custodia del secuestrado Sergio Molaguero, mientras estuvo en cautiverio en una de las llamadas cárceles el pueblo del OPR 33.
En 2016, a pedido de la justicia penal, la Cátedra de Medicina Legal de la Universidad de la República practicó un
“estudio necrósico” a fin de poder
“establecer la verdadera causa de muerte”.
“En el caso en estudio, existe una coincidencia absoluta entre los hallazgos externos, internos e histopatológicos, que demuestran que se trató de una muerte violenta y heteroinferida, cuya causa final fue la embolia grasa pulmonar, pero la causa básica fueron los traumatismos múltiples padecidos por Iván Morales Generalli en el contexto del interrogatorio a que fue sometido en la unidad militar el 21 de noviembre de 1974”, concluye el informe de la Cátedra al que accedió
Sudestada.
La fiscal Tellechea entendió que al cumplir las funciones de S2 (Inteligencia) con el grado de capitán, Rodríguez Freire, era uno de los encargados de
“interrogar a los detenidos”. Por cuanto,
“resulta obvio que también interrogó a Morales siendo quien le produjo las lesiones” que le causaron la muerte.
De esta manera, entiende que de la investigación surgen
“elementos de convicción suficientes para inferir que –entre otras personas– Lawrie Rodríguez Freire tuvo participación en la muerte” del detenido, por cuanto solicita a la jueza penal Adriana De los Santos el procesamiento con prisión del militar retirado, por el delito de homicidio especialmente agravado.
Rodríguez Freire vive actualmente en Santa Clara de Olimar. En 2006 fue quien le dio refugio a su amigo, el represor Gilberto Vázquez, que se había fugado de la prisión.
Seguramente este caso se dilate como consecuencia de la presentación de diversos recursos ante tribunales y Suprema Corte de Justica, estrategia que la defensa de los militares emplea a fin de estirar la vida en libertad de sus defendidos.