Los medios uruguayos reducen su plantilla por el Covid-19, mientras organismos internacionales resaltan la importancia de la prensa para difundir datos confiables y controlar a los gobiernos durante la crisis sanitaria
Sala de Prensa de la Torre Ejecutiva. Foto: Presidencia.
María García Arenales / Sudestada / @MGArenales
La crisis provocada por el coronavirus también está afectando al periodismo uruguayo. A lo largo de la última semana casi 300 trabajadores de varios medios de comunicación fueron enviados al seguro de paro, ya sea de forma total o en la modalidad parcial que instrumentó el Poder Ejecutivo a consecuencia de la pandemia del Covid-19.
El jueves 27, durante una conferencia de prensa encabezada por el presidente Luis Lacalle Pou, la crisis de la prensa estuvo imprevistamente sobre la mesa. Cuando un periodista consultó al mandatario sobre el pedido del PIT-CNT de que la crisis “no la paguen los trabajadores”, el mandatario aludió a la pérdida de fuentes laborales en los medios de comunicación.
“Quiero dejar claro que el concepto de trabajador es bastante más abarcativo que el concepto de trabajador público. El trabajador privado, sin ir más lejos ustedes lo están viviendo, ¿verdad?, en su medio de prensa, hoy, ayer, y ojalá que no siga pero puede ser mañana. Están perdiendo fuentes de trabajo, hay compañeros que se están quedando sin laburo... Entonces cuando hablamos de trabajadores, trabajadores son todos”, dijo Lacalle Pou, mirando al periodista.
En cuanto a los medios escritos, según confirmaron fuentes sindicales a
Sudestada, el diario El País es el medio donde hubo más trabajadores afectados por diferentes medidas, como el envío al seguro de paro, ya sea total o parcial. En suma, son cerca de 90 empleados (algunos periodistas y la mayoría personal no periodístico) los que fueron alcanzados por el recorte.
La República, donde además son habituales las irregularidades con los pagos, también envió al seguro de paro a 13 personas. El Observador hizo lo mismo con seis trabajadores.
En cuanto a medios audiovisuales, Canal 10 enviará al seguro de paro a 45 personas a partir de abril y propuso a quienes facturan con empresas unipersonales y empleados rebajas salariales de 30% a partir del mes próximo. Como alternativa planteó percibir el 50% del salario por dos meses y después volver a la actividad en junio, entre otras medidas que están en proceso de negociación. El canal, que suspendió hasta nuevo aviso tres programas, también se plantearía enviar al seguro de paro a otras 37 personas en mayo, dependiendo de cómo evolucione la situación.
Por su parte, Canal 12 envió al seguro de paro a 45 personas de forma rotativa y también suspendió dos programas periodísticos (Séptimo Día y Tarde o temprano).
Entre los canales de televisión para abonados (que en la mayoría de los casos pertenecen a los mismos dueños que los canales comerciales abiertos) los envíos al seguro de desempleo fueron 74, según consigno la Asociación de la Prensa Uruguaya (APU) en un comunicado el 25 de marzo.
Este domingo, el sindicato publicó un nuevo pronunciamiento dando cuenta del agravamiento de la situación.
Respecto a los medios digitales, en Montevideo Portal a partir del 1 de abril toda la plantilla, formada por unas 20 personas, irá al seguro de paro parcial, un régimen especial implementado recientemente por el gobierno para paliar los efectos del coronavirus. Este seguro de paro especial, que permite a la empresa pagar el 75% del salario, puede durar hasta un máximo de 30 días e implica la reducción del 50% del horario habitual del trabajador, mientras que el BPS paga un subsidio complementario al empleado.
Según pudo saber
Sudestada, la jefatura de este medio recomendó a sus empleados reforzar el compromiso con el medio y trabajar más de las cuatro horas que les corresponderían según el seguro de paro especial.
Por otro lado, al menos tres radios de AM enviaron al seguro de paro -en algún caso total y otros parcial- a cerca de 50 trabajadores, un número importante teniendo en cuenta que es un sector pequeño.
Dado este panorama, la APU teme que ciertas empresas puedan estar aprovechando esta crisis sanitaria para realizar despidos.
“Nos preocupa que en esta situación algunas empresas amplifiquen la crisis y aprovechen para depurar la plantilla. Si así lo hicieran lo denunciaremos, vamos a hacer un seguimiento”, aseguró a
Sudestada el presidente de APU, Fabián Cardozo.
“Lo mejor es que exista transparencia en los números y las necesidades que tienen las empresas”, añadió, y dijo que el sindicato analizará en las próximas horas la solicitud de
“reuniones con autoridades del gobierno a la brevedad” para plantear el asunto.
Cardozo también se mostró preocupado por la situación de los periodistas en el interior del país, pues es más precaria que en Montevideo, “sobre todo algunos casos en el litoral”, matizó.
Advertencia global para el periodismo
Millones de trabajadores en todo el mundo están sufriendo las consecuencias del impacto económico del nuevo coronavirus y existe una creciente amenaza de recesión global. A excepción de supermercados, farmacias o plataformas dedicadas al entretenimiento, casi todas las empresas están perdiendo dinero, y en la mayoría de los casos esas pérdidas se traducen en medidas que van desde reducciones de plantilla con despidos temporales al cierre del negocio.
El periodismo, un sector precarizado ya de por sí y tremendamente cambiante, tampoco escapa a esta realidad. Al haber caído los ingresos por publicidad, medios de comunicación en todo el mundo están despidiendo a trabajadores de sus ya esquilmadas plantillas o recortan salarios. Y resulta paradójico porque el periodismo -serio, riguroso y contrastado- es también un servicio esencial, más aún en crisis sanitarias como la actual, donde la sociedad no solo necesita estar bien informada, sino también entretenida para sobrellevar mejor el aislamiento derivado de la pandemia del Covid-19.
Es más, la organización Reporteros Sin Fronteras denunció incluso que
“si la prensa china fuera libre, el coronavirus no se habría convertido en pandemia”. Los casos, según investigadores de la Universidad de Southampton (Inglaterra), podrían haberse reducido en más de un 80% si las autoridades chinas no hubieran esperado hasta el 20 de enero a declarar la emergencia sanitaria, porque en realidad fue en diciembre pasado cuando el brote del Covid-19 se detectó en la ciudad de Wuhan.
La ONU, por su parte, informó recientemente que varias organizaciones internacionales que protegen los derechos humanos advirtieron que las noticias falsas sobre el coronavirus pueden generar caos y problemas de salud. Asimismo esos grupos pidieron a los gobiernos que promuevan y protejan el acceso y el flujo libre de información durante la pandemia.
El miércoles 18 varias organizaciones internacionales de prensa también solicitaron a la Unión Europea que proteja el libre flujo de información y la libertad de los medios de comunicación para poder abordar la pandemia de la mejor manera posible, según informó Europa Press. Las organizaciones también reclamaron a los líderes del bloque europeo que declaren el periodismo como un servicio esencial para contener la pandemia en el continente, convertido desde hace días en el epicentro del coronavirus.
En tanto, el jueves 19 los relatores de las Naciones Unidas para la promoción y protección del derecho a la libertad de opinión y de expresión, David Kaye; de la CIDH para la Libertad de Expresión, Edison Lanza; y el de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa para la Libertad de los Medios de Comunicación, Harlem Désir, emitieron una declaración conjunta pidiendo transparencia a los gobiernos y protección para el trabajo de los periodistas en el actual contexto de crisis.
“El periodismo cumple una función crucial en un momento de emergencia de salud pública, en particular cuando tiene por objeto informar al público sobre información crítica y monitorear las acciones del gobierno”, dijeron los relatores. En esa línea, la declaración de Kaye, Lanza y Désir resaltó que
“el derecho de acceso a la información significa que los gobiernos deben hacer esfuerzos excepcionales para proteger el trabajo de los periodistas”.