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09/06/2024

El irresistible encanto del “hidrógeno verde”

Bajo los loables fines de descarbonizar la economía y contener el cambio climático, Uruguay vive una ofensiva inversionista internacional de mayor alcance y consecuencias que la forestación
Víctor L. Bacchetta

Los 15 proyectos presentados para producir combustibles y productos derivados del hidrógeno y generar electricidad usando molinos de viento y paneles solares, serían solo el comienzo de la llamada Hoja de Ruta del Hidrógeno Verde en Uruguay, un nuevo cambio en la matriz productiva del país, que promete colocarlo a la vanguardia del planeta en materia ambiental, obteniendo ingresos extraordinarios por exportaciones y decenas de miles de nuevos empleos.

Sin embargo, no es una estrategia de desarrollo de la sociedad uruguaya ni un plan para salvar al planeta, es una campaña para abastecer el consumo energético incontenible del hemisferio norte, sobre todo de la Unión Europea (UE), agudizado hoy por motivaciones bélicas. La implantación en Uruguay de esta política por los gobernantes de turno está recorriendo un camino similar al que tuvo la introducción de la forestación y las plantas de celulosa asociadas en el país.

Este es el itinerario de la aparición del Hidrógeno Verde en Uruguay:

Las primeras decisiones sobre la estrategia del Hidrógeno Verde ocurrieron en la Comisión y el Parlamento europeos. Con el lanzamiento del Pacto Verde Europeo, en diciembre de 2019, y la aprobación de Una estrategia del hidrógeno para una Europa climáticamente neutra, en julio de 2020, y de la Estrategia europea para el hidrógeno, en mayo de 2021, se establecieron las bases de la política interior y exterior con el objetivo de que la UE liderara la iniciativa.

“La UE utilizará sus instrumentos diplomáticos y financieros para garantizar que las alianzas verdes formen parte de sus relaciones con África y otros países y regiones socios, especialmente en América Latina, el Caribe, Asia y el Pacífico”, afirmó la Comisión en 2019. “Al dar un ejemplo creíble respaldado por la diplomacia, la política comercial, la ayuda al desarrollo y otras políticas exteriores, la UE puede resultar un eficaz adalid en esta empresa”, expresó.

“La UE tiene un interés estratégico en situar el hidrógeno en un lugar destacado de la agenda de la política energética exterior”, declaró el Parlamento, en consonancia con lo anterior. Y agregó a continuación: “Un amplio acuerdo con socios internacionales será esencial para establecer las condiciones para el surgimiento de un mercado mundial basado en normas que contribuya a garantizar un suministro de hidrógeno seguro y competitivo para el mercado de la UE”.

La estrategia europea hace, por último, “hincapié en que el papel de liderazgo de la Unión en la producción de tecnologías de hidrógeno brinda la oportunidad de promover el liderazgo industrial y la innovación de la Unión a nivel mundial”. Y subraya que debe “darse prioridad a la creación de una cadena de suministro de hidrógeno renovable en la Unión para fomentar las ventajas del pionero, la competitividad industrial y la seguridad del suministro de energía”.

Intermediarios y consultores

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) se encarga, como hizo con la forestación, de crear condiciones propicias en la región. Proyectos tales como “Promoción del Mercado de Hidrógeno Verde en los países de LAC”, en 2020, “Una facilidad financiera de hidrógeno verde para acelerar la descarbonización de América Latina y el Caribe mediante la recuperación verde” e “Integración regional de la cadena de valor del hidrógeno verde”, en 2021, marcaron la pauta.

Para Uruguay, la Estrategia del Grupo BID con el país 2021-2025, publicada en junio de 2021, propuso “fomentar la innovación empresarial y la promoción de sectores estratégicos con alto valor agregado con énfasis en el desarrollo y la adopción de tecnologías digitales y verdes (como las TIC, la biotecnología y el sistema de hidrógeno verde, entre otros)”. Los técnicos del BID participan activamente en la definición de la política de hidrógeno verde del país.



El Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM) publicó, en noviembre de 2021, el informe Hidrógeno Verde: Un paso natural para Uruguay hacia la descarbonización, que resumía las conclusiones del estudio de prefactibilidad de exportación de hidrógeno verde del país. El análisis fue realizado junto con el BID y el Puerto de Róterdam, que pretende convertirse en el principal centro de importación de hidrógeno para abastecer el consumo de energía de Europa.

El BID introdujo un tercer actor, la firma estadounidense McKinsey & Co., una de las consultoras de estrategia más prestigiosas a nivel global. Para los que conciben la economía como un plan de negocios, las consultoras saben más que los funcionarios públicos, más incluso que ministros y presidentes Al ser adoptado por organismos internacionales y gobiernos, la consecuencia de este enfoque es que las consultoras pasan a dirigir las políticas económicas nacionales.

McKinsey es la estrella del hidrógeno verde en los foros oficiales de la región. En 2022, abrió en Montevideo la filial para aconsejar a Uruguay, Bolivia y Paraguay. “Asesoramos en ASG (temas ambientales, sociales y de gobernanza)”, dijo el socio Alberto Fernández. “Es súper relevante darles una versión pragmática, implementable", agregó. Como anécdota, ese mismo año, en Francia, McKinsey fue acusada de usar un montaje financiero para evadir impuestos.

El BID publicó en 2022 el documento Hidrógeno Verde y el potencial para Uruguay, basado en los insumos proporcionados por McKinsey, con el apoyo de la Dirección Nacional de Energía del MIEM y el BID, para la elaboración de la política del país. En junio de ese año, el MIEM presentó oficialmente la Hoja de Ruta del Hidrógeno Verde, en la que afirma que “Uruguay tiene la visión de convertirse en un país exportador de hidrógeno y productos derivados” (sic).



El carácter de país anfitrión

A fines de 2020, los países de la región incorporados a la economía del hidrógeno eran Chile, Brasil, Colombia y Costa Rica, Uruguay no aparecía. Desde fines de 2021, con la impronta del BID y McKinsey, el gobierno uruguayo desplegó varias iniciativas para ponerse a tono. En marzo de 2022 el MIEM, el LATU y la ANII, inauguraron el Fondo Sectorial de Hidrógeno Verde, con el objetivo de financiar proyectos de investigación, innovación y formación en esta temática.

En junio, el MIEM organizó el seminario “La estrategia del hidrógeno alemana” y, en noviembre, firmó un Memorándum de Entendimiento con el Ministerio Federal de Educación e Investigación de Alemania para cooperar en ciencia, investigación e innovación, incluyendo el hidrógeno verde entre otros. En diciembre, el Poder Ejecutivo aprobó el Programa H2U y convocó a todos los organismos públicos vinculados a esta temática a trabajar de forma coordinada.

En marzo de 2023, el MIEM acordó con el Ministerio Federal de Economía y Acción Climática de Alemania una Energy Partnership para el intercambio y acciones en hidrógeno verde, movilidad eléctrica y almacenamiento en baterías. En mayo, el MIEM, el MTOP y la ANP suscribieron otro Memorándum de Entendimiento con el Puerto de Róterdam y técnicos uruguayos de diversas instituciones participaron en una capacitación sobre hidrógeno verde en Japón.

En julio, el canciller Francisco Bustillo y la Comisaria de Energía de la UE, Kadri Simson, firmaron un Memorándum de Entendimiento para cooperar en energías renovables e hidrógeno verde, en presencia de la presidenta de la UE, Úrsula von der Leyen y del presidente Luis Lacalle Pou. Este mismo mes, Uruguay adhirió a una declaración del Foro Internacional del Comercio del Hidrógeno donde varios países plantearon acelerar el comercio de hidrógeno.



Mientras el MIEM, junto con la Agencia de Cooperación Alemana (GIZ) y la Corporación Andina de Fomento, evalúan la contratación de estudios específicos para avanzar en la Hoja de Ruta del Hidrógeno Verde y los incentivos fiscales para promover esas inversiones, desde la academia. las tres universidades organizaron cursos sobre el tema y la RedH2Uy vincula a investigadores e investigadoras enfocados en los temas de la producción y el uso del hidrógeno.

La ofensiva del hidrógeno verde en la región no apunta solo a Uruguay, Chile se destacó primero, se sumaron Argentina, Brasil y otros. Se instaura una competencia por ver cuál es el que tiene condiciones óptimas para atraer las inversiones en juego. En esta carrera los gobiernos rebajan sus beneficios e hipotecan no solo recursos sino también derechos y soberanía. En Uruguay se manifiesta en las cláusulas de confidencialidad y el secreto de los contratos.  
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