Un amplio local de la señorial zona porteña guarda a uno de los cuadros “gemelos”. Sudestada obtuvo un registro histórico de este “Quién carga con el muerto”
Fabián Werner / Sudestada / @fwernerv
El barrio bonaerense de Recoleta reúne algunas de las principales galerías de arte, talleres, casas de remates y museos de la capital argentina. En una caminata por sus calles se pueden ver obras en las vidrieras, personas pintando sus primeros cuadros o personal preparando los lotes para subastas inminentes.
En esa zona cruzada por las avenidas Alvear, Figueroa Alcorta o del Libertador, pueden encontrarse decenas de obras del pintor uruguayo Pedro Figari, distribuidas en los museos de Arte Latinomericano de Buenos Aires, el
Nacional de Bellas Artes, en casas de remates o en galerías privadas. Los catálogos muestran obras de Figari de distintos períodos que pueden costar desde algunos pocos miles de dólares hasta más de 150 mil, según pudo saber
Sudestada.
Pero los anaqueles también pueden esconder algunas obras fraguadas, atribuidas a Figari pero que fueron pintadas por personas dedicadas a falsificar y vender como auténticos cientos de cuadros del artista oriental. En muchos casos, las obras falsas parecen (y aparecen como) verdaderas. Sólo un ojo experto o un especialista pueden detectar la maniobra.
“Figari pintó alrededor de 5.500 cuadros pero en una época se decía que sólo en Buenos Aires había más de 7.500”, explicó a
Sudestada el rematador y galerista Martín Saráchaga, propietario de la casa de subastas del mismo nombre en la calle Rodríguez Peña y Manuel Quintana. En su acervo aparecen varios cuadros del artista.
A dos cuadras de allí, está la “Colección Alvear de Zurbarán”, que debe su nombre a la suntuosa avenida que homenajea al presidente radical, Marcelo Torcuato de Alvear, que gobernó entre 1922 y 1928. En ese local
Sudestada preguntó si se encontraba el cuadro de Figari “Quién carga con el muerto”, que aparece en los catálogos de la casa de arte.
Luego de buscar en sus registros el funcionario confirmó que la obra se encuentra en el depósito que Zurbarán tiene en la calle Cerrito 1522, entre las avenidas Alvear y 9 de Julio.
Deben recorrerse unos 500 metros desde la galería de avenida Alvear hasta el local de Cerrito: al llegar se pueden ver varios cuadros y algunas esculturas de los estilos más diversos, en su mayoría de marcada tendencia posmoderna. Ante la pregunta de
Sudestada, el empleado que atiende al público detrás del mostrador, indica que las obras de Figari se encuentran en el primer piso, y se ofrece a mostrarlas.
El depósito es un departamento muy amplio en el que descansan miles de objetos de arte, entre decenas de paneles deslizantes que cubren de piso a techo las enormes habitaciones. En un patio al aire libre también abundan obras escultóricas a la espera de nuevos compradores.
Después de algunos minutos de dudas, el funcionario de Zurbarán ubica el cuadro de Figari en un panel enorme que alberga otras obras del pintor uruguayo. Un marco dorado con relieve y un cristal protegen la obra “Quien carga con el muerto”, que
Sudestada logró fotografiar.
En su parte trasera luce dos grandes números sellados, un “12” y debajo un “128”. A su izquierda, escrito en letra manuscrita, varias inscripciones: una que dice “No. 690”, otra con su nombre “Quien carga con el muerto” y una tercera con sus medidas “80 y ½ x 60 y ½”.
Estos mismos datos aparecen en un papel cuadrado sobre el lado superior derecho (Número: 31596 Autor: FIGARI PEDRO Obra: QUIEN CARGA CON EL MUERTO Año: 1928 Medidas: 61 x 80 cm Técnica: OLEO/CARTON), mientras que sobre el lado izquierdo una hoja membretada de Zurbarán tamaño A4 contiene más datos sobre la obra:
“Antecedentes:
Esta obra perteneció a la colección del artista y al morir éste fue heredada por sus hijos, quienes le encargan al Arq. Carlos Herrera Mac Lean, la realización del inventario para la sucesión. Mac Lean realiza una clasificación de las obras en Temas y Subtemas y les coloca una estampilla con tinta roja una letra mayúscula (tema) y una letra minúscula (sub tema) Además una etiqueta circular (punto) de diferentes colores, que identifica lo heredado por cada hijo.
“Quien carga con el muerto” tiene esta estampilla pegada al dorso, identificada con el N°122 Serie V. F. a. Estas últimas letras corresponden al Tema: “Entierros y velorios”, subtema: “Entierro de negros”.
Como punto clave, al informar cuál es la “procedencia” de la obra, señala:
“* Ex colección del artista
* Sucesión del artista
* Ex colección Sra. Ana Amalia Hebe Ruccio (desde abril de 1986)”.
Ese es el año del fallecimiento de Federico Vogelius, quien había falsificado en 1960 decenas de obras de Figari. Conocida como Lita, la viuda del empresario argentino, logró vender el cuadro a la casa de subastas porteña.
Al salir de Zurbarán,
Sudestada consultó sobre el valor de mercado de “Quién carga con el muerto”, y el funcionario respondió sin dudar: “al menos 150 mil dólares”.