Uno de sus hijos pródigos, Rocco, escapó de Cárcel Central cuando aguardaba su traslado para ser juzgado en Italia por los crímenes de la ‘Ndrangheta
Morabito el día de su detención, el 4 de setiembre de 2017. Foto: Ministerio del Interior.
Fabián Werner / Sudestada / @fwernerv
Rocco, poseedor de varios apodos como “U tamunga” o “El rey de la cocaína”, ya había intentado evadir su reclusión, aunque lo había hecho por los carriles judiciales. Su defensa había esgrimido que la prisión a la que estaba sometido era excesiva e injustificada, y por tratarse de un “arresto administrativo” sostuvieron que no podía superar los 120 días.
Tanto la jueza de primera instancia, Dolores Sánchez, como el Tribunal de Apelaciones en lo Penal de Primer Turno, compuesto por Graciela Gatti, Alberto Reyes y Sergio Torres, sostuvieron lo contrario. El pasado 3 de agosto dicha sala consideró que el pedido de liberación de la defensa de Morabito, que defendió la tesis de
“la duración razonable de la privación de libertad”, a juicio de los magistrados
“carece de mínimo asidero”.
El Tribunal agregó que
“a la altura del proceso de extradición que se transita y dada la antigüedad del pedido de captura, las medidas subsidiarias solicitadas o sugeridas por el Ministerio Público (que estuvo de acuerdo con conceder el beneficio de la prisión domiciliaria), son insuficientes y se corre el riesgo que la eventual entrega (al Estado italiano) resulte frustrada por designio del extraditable”.
A pesar de los afanes de los magistrados, el
“designio del extraditable” Morabito se cumplió en la medianoche del domingo 24, cuando luego de varios meses de planificación alcanzó su objetivo: abandonó la cárcel. Primero ganó la azotea del edificio de San José y Yi, después pasó al techo del edificio contiguo y, en compañía de otros dos fugados, violentó la ventana de un apartamento y se escapó por las escaleras.
El plan de fuga estuvo en conocimiento en junio de 2018 del Departamento de Investigación y Análisis Penitenciario, que por aquellos días envió un informe al Instituto Nacional de Rehabilitación (INR), según
informó VTV Noticias. Sin embargo, nunca se tomaron las medidas necesarias para evitar la evasión del presidio (que ahora se denomina Centro de Ingreso, Diagnóstico y Derivación), la cual se concretó con casi todos los detalles contenidos en el documento.
El bochorno internacional es comparable al orgullo del Ministerio del Interior cuando el 4 de setiembre de 2017 informó:
“Detuvieron a uno de los 10 más buscados a nivel mundial”.
“La Policía uruguaya detuvo en las últimas horas a un integrante de la mafia calabresa que estaba requerido desde el año 1995”, decía el
comunicado oficial, acompañado de videos y fotografías.
Francisco Antonio Capeletto Souza decía el documento de identidad uruguayo número 5.459.939-2 que el italiano tenía en su poder cuando fue detenido en un hotel céntrico con 13 celulares, varias fotos carné, una pistola automática, más de 20 chips, dinero en moneda nacional y extranjera, y documentos obtenidos en nuestro país con nombre falso.
La cédula uruguaya con identidad falsa del capo calabrés. Fue procesado por falsificación de documento.
Morabito sabía que faltaba poco para su regreso a Italia, luego de 26 años de fuga, ya que su extradición había sido concedida por la Justicia uruguaya por decisión de primera y segunda instancia. Sin embargo, la medida se había postergado a la espera de un recurso de casación ante la Suprema Corte de Justicia que interpuso la defensa, explicó a Sudestada el fiscal del caso, Luis Pacheco.
“Faltaban algunos meses todavía” para que se conociera ese fallo, dijo Pacheco, pero Morabito no quiso arriesgarse a que el dictamen fuera contrario a sus intereses y decidió actuar.
“U tamunga”
Integrante de uno de los grupos mafiosos más grandes y peligrosos de Italia, Rocco es hijo de Giuseppe Morabito, uno de los jefes históricos y fundadores de la ‘Ndrangheta. Giuseppe, condenado a cadena perpetua en Italia, también es conocido por el apodo “U tiradrittu”, algo así como “tiro fijo”, en alusión a su puntería y gatillo fácil. El clan que comanda Giuseppe lleva su nombre, “Tiradrittu de Africo”, en referencia al pueblo calabrés donde nació el líder.
Rocco, que hoy tiene 53 años, fue apodado “U tamunga” por usar en su juventud un auto todoterreno modelo “Munga”, de la fábrica DKW de la antigua Alemania occidental.
Una vieja foto de "U tamunga" con el vehículo que le dio su apodo.
El clan Morabito fue uno de los que ayudó a extender la influencia y el poder de la ‘Ndrangheta en todo el mundo, pero especialmente en América. Según el libro “Mafia export”, escrito por Francesco Forgione, expresidente de la Comisión Parlamentaria Antimafia italiana, este grupo criminal tiene representantes en Argentina, Brasil, Bolivia, Canadá, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Estados Unidos, México y Venezuela.
Ese despliegue les permite moverse cómodamente también por otros países, que utilizan como lugares de tránsito de drogas y armas. Por ejemplo en el caso de la cocaína, la droga más consumida del mundo, la ‘Ndrangheta utiliza a Colombia como productor y desde allí envía directamente cargamentos a Estados Unidos, África y Europa.
A Estados Unidos y Oceanía también llegan los embarques pero desde Perú, mientras que por Uruguay pasan los envíos que se originan en Colombia y tienen a Nigeria como escala africana. Desde allí se vuelven a embarcar para su traslado al norte de Italia.
Carne y soja con cocaína
La foto de Morabito que divulgó el Ministerio del Interior el día de su fuga.
La captura de Morabito, en 2017, volvió a poner el foco a nivel mundial sobre la actividad de la ‘Ndrangheta en el Río de la Plata. El ministro del Interior italiano, Mateo Salvini, reclamó personalmente explicaciones al gobierno uruguayo y calificó la fuga como “desconcertante”.
Pero las actividades de este grupo mafioso son objeto hace años de investigaciones periodísticas por parte del Proyecto de Crimen Organizado y Corrupción, una red de periodistas de 34 países de Europa, África, Asia, Medio Oriente y América Latina conocida por su sigla en inglés OCCRP.
En febrero siete periodistas de esta red
publicaron una investigación en la que revelaron las conexiones de la ‘Ndrangheta en América Latina y, especialmente, el rol que en esa red de corrupción cumplía “U tamunga”, el ya célebre Rocco Morabito.
“En sus treinta años como fugitivo en Uruguay hasta su arresto en 2017, U'Tamunga fue el agente principal de la ‘Ndrangheta en Narcosur”, una palabra surgida de una investigación que demostró cómo los cuatro países del Mercosur forman un mercado común el narcotráfico. En ese esquema, Morabito es
“un hombre muy poderoso, que aún se las arregla para mantener el negocio vivo en la prisión de Montevideo”, revelaron los periodistas.
Según esa investigación periodística, Morabito jugó un papel clave en el éxito de la expansión del negocio del mercado latinoamericano, especialmente de dos socios del clan: Antonio Vadalá y Mario Palamara. Cargamentos legales como bananas, camarones, carne o soja fueronlas fachadas para los alijos de cocaína que viajaron de Sudamérica al norte de Europa, especialmente el puerto holandés de Rotterdam, durante años.
Giuseppe Morabito, "U tiradrittu".
Una investigación histórica realizada por la oficina del fiscal de Milán llamada “Fortaleza” mostró que, desde principios de la década de 1990, Rocco Morabito organizó cargas de cientos de kilos de cocaína desde Brasil hasta Europa. Para ayudarlo, se alió con el narcotraficante jordano Waleed Issa Khamays, el hombre que lo conectó con el principal grupo criminal de Brasil, el Primer Comando de la Capital (PCC).
En una conversación capturada por la policía en 2015, Vadalá hizo alarde de su capacidad de mover droga en los puertos sudamericanos mediante el transporte de mercancías legales. El plan era sencillo: cuanta más mercadería lícita se moviera era menos probable que los cargamentos de droga fueran encontrados por los controles aleatorios de las aduanas.
“Tengo actividades comerciales, tengo empresas. Una vez compré 20 millones de euros de carne [en América Latina] a través de contratos reales. Suministré a Ankara, al Estado turco, durante un año. Y ahora estoy firmando un contrato con Uruguay, Paraguay y Brasil”, presumió Vadalá.
Palamara hoy es un prófugo de la Justicia italiana y Vadalá está detenido desde marzo de 2018, cuando un operativo internacional consiguió encontrarlo en Eslovaquia, luego de una publicación periodística del OCCRP. El autor de la nota, el periodista eslovaco Jan Kuciak, nunca pudo verlo preso porque fue asesinado junto a su novia Martina Kusnirova unos pocos días antes.